Guaymas en la historia
Por: Jorge Murillo Chisem
Situado en la parte sur-occidental del Estado de Sonora, constituye un puerto natural, protegido por la isla Pájaros, que con sus 2.2 kilómetros de extensión, actúa de modo eficaz como rompeolas y da lugar a una bahía con aguas tranquilas prácticamente en todas las épocas del año.
La bahía debió haber fascinado a los laboriosos misioneros jesuitas que la exploraron en 1701, especialmente a los inquietos padres Juan María Salvatierra y Eusebio Francisco Kino, quienes fundaron la primera Misión con el nombre de San José de la Laguna, que les señalaba el punto más cercano y seguro para enviar provisiones a las misiones de Baja California.
Pero este primer puerto de la bahía fue destruido por los nativos, que eran una banda de los Seris denominados Guaimas, y no fue hasta el 31 de agosto de 1769 en que el Visitador de la Nueva España don José de Gálvez, ordenó hacer el primer asentamiento humano en el mismo lugar, pero ahora con el nombre de San José de Guaymas.
Este puerto presentaba serias dificultades. Al ir aumentando las operaciones marítimas comerciales, fueron llegando embarcaciones de gran calado, y su lugar no era el más apropiado en la extensa bahía, ya que siendo estero, participaba de las crecientes y menguantes del mar, y era necesario trasladarse al sud-oeste de la bahía donde había fondeadero de mayor profundidad, originándose así la Villa de San Fernando de Guaymas. San Fernando, por adulación al Rey de España Fernando VII.
Fue así como el hoy Puerto de San Fernando de Guaymas empezó a desarrollarse, siendo declarado Puerto de Altura en 1814.
Con estas adversidades, los colonos lograron paulatinamente desarrollar sus empresas, aprendiendo a convivir con los aborígenes Pimas, Seris y especialmente los Yaquis, cuya fuerza de trabajo fue fundamental en todas las actividades productivas.
Para 1825, las Villas de San José y San Fernando de Guaymas formaron una sola municipalidad, pero pocos años después fue necesario separar ambas poblaciones con sus respectivas autoridades, dado el incremento de sus actividades comerciales.
Bastaron pues 27 años (1821-1848), para transformar la Villa de San Fernando de Guaymas, un lugar agreste e inhóspito, en una entidad política con su propio Ayuntamiento, y convertirse, al paso de los años, en un Puerto y Ciudad que encabeza uno de los principales Distritos del Estado.
Siendo Guaymas, en el siglo XIX, el portal de los sonorenses, sus habitantes sufrieron los embates de multitud de agresiones piráticas y de naciones imperialistas.
Como consecuencia de la sobrepoblación de aventureros en la ciudad de San Francisco, California, donde habían llegado buscando los beneficios del oro, muchos de ellos viendo sus aspiraciones frustradas, volvieron sus ojos a las riquezas naturales de Sonora, y al Puerto de Guaymas como su principal acceso.
El cerro de “El Vigía”, principal promontorio de la bahía, repitió muchas veces el eco del estruendoso cañón que dispararon los piratas aventureros.
La comunidad recuerda, año con año, aquella gesta heróica del 13 de julio de 1854, donde se distinguieron las fuerzas mexicanas integradas por civiles guaymenses y militares que comandaba el general José María Yáñez, contra los filibusteros, superiores en número y dirigidos por el conde Gastón de Raousset-Boulbon, quienes pretendían adueñarse del territorio sonorense. Los piratas fueron derrotados y el Conde fusilado unas semanas después.
10 años mas tarde los guaymenses tuvieron que defender su soberanía frente a las fuerzas imperialistas de Napoleón III comandadas por el general Castagny. Unidas las fuerzas mexicanas por los generales Pesqueira, Martínez y García Morales, expulsaron de Sonora al invasor por el Puerto de Guaymas en 1866.
En los últimos años del siglo XIX, Sonora al igual que el resto del País, vivió una época de restauración del sistema republicano. En 1881 se inició la construcción del primer tramo del ferrocarril en Sonora, y primero del Pacífico mexicano, por el Puerto de Guaymas, uniéndose primero a Hermosillo y luego con la población fronteriza de Nogales.
En 1896, Guaymas contaba con una población de 10,000 habitantes, quienes se sentían orgullosos de vivir en una ciudad con servicios modernos que les permitían prosperar en sus negocios: electricidad, telégrafo, correo eficiente, ferrocarril urbano y una vía de ferrocarril hasta la frontera con Estados Unidos, y naturalmente, una comunicación con los principales puertos del mundo a través de sus grandes empresas navieras.
En este Puerto nacieron Adolfo de la Huerta, Plutarco Elías Calles y Abelardo L. Rodríguez; tres presidentes de la República, motivos de orgullo para todos los mexicanos.
A mediados del siglo XX, se incrementaron las empresas de la industria pesquera, especialmente la del camarón, llegando a ser el Puerto de Guaymas el más próspero del Pacífico mexicano por este concepto. Actualmente esta industria, además de la flota de barcos, está integrada por fábricas de harina de pescado, enlatadoras, congeladoras, fábricas de hielo, empacadoras y armadoras.
Los guaymenses reciben, en febrero, año con año, a miles de turistas que llegan para disfrutar de la festividad más famosa y concurrida: El Carnaval, que se realiza desde el año 1900.
Lugares a visitar
Entre sus atractivos turísticos de mayor importancia, además del mar, Guaymas cuenta con algunos valores arquitectónicos entre los que se destacan la Plaza de los Tres Presidentes, la Plaza 13 de Julio, el Palacio Municipal y la cárcel, el monumento del Pescador y Paseo del Mar con su fuente, los Templos del Sagrado Corazón y de San Fernando y las viejas casonas en el centro de la ciudad.
Hoy Guaymas es un punto importante en la amplia red de comunicaciones de México, que lo mantienen conectado al resto del mundo a través de carreteras, aeropuerto internacional, ferrocarriles y el puerto por donde se comercian importantes cargamentos de combustibles, granos, minerales, fertilizantes y componentes de la industria.
En los recientes años la actividad portuaria se ha multiplicado sumando a las instalaciones del puerto la terminal para recibir a cruceros turísticos y también para manejo y embarque de minerales, fertilizantes y líquidos, y se tiene en proceso de licitación una terminal para el manejo de contenedores.