RUTA DEL MAPLE -expedición a un lugar de la Sierra Alta de Sonora

Paraíso que dura menos de 15 días

Pocos creen que estamos en Sonora cuando recorres estos senderos del edén que vibra de colores y vida las cuatro estaciones del año. Aún estando en el lugar, dudas de que todo sea verdad.
Sucedió tan rápido todo, que fuimos y venimos, y seguimos dando vueltas al tema pensando: ¿por qué no lo sabía? ¿por qué no se ha difundido?.

Luego, agradecemos a Dios haber disfrutado el paraíso.

Nieve en el puerto, grageas en el camino, hielo en las carpas. Un espectáculo que impacta todos los sentidos; colores, aromas, frío, humedad; indescriptible para quienes no conocen el bosque de pinos y arroyos con maples en Sonora, y un ejemplo de emprendimiento tenaz para quienes viven de recuerdos, mientras siguen talando pinos a sabiendas que el bosque se está acabando.
La calidad del producto turístico Ruta del Maple y otras ofertas que tiene Hugo Cabrera a lo largo del año, en Mesa de Tres Ríos, Nácori Chico, Sonora son de clase mundial, de tiempo exacto y de movimientos precisos. Solamente un nativo del lugar pudo tener la visión después de salir a comparar el mundo con el suyo.

Por Enrique Yescas editor Imágenes de Sonora.-
Agrdecemos la contribución y fotos a Hugo Cabrera, Diana Ceceña y Priscila Martínez

Hace un año, en el puente del 20 de Noviembre, nuestra corresponsal en la Sierra de Sonora, Aidé Dávila, oriunda de Huachinera y radicada en Moctezuma, nos compartió un reportaje del que quedamos prendidos.

Aidé colabora con nosotros en el proyecto de documentar el inventario de recursos turísticos del Circuito de la Sierra Alta de Sonora, y en sus investigaciones en Nácori Chico coincidió con Hugo Cabrera, el joven emprendedor de Mesa de Tres Ríos y también condiscípulo de Ella en la Universidad de la Sierra.

A raíz de esto, establecimos contacto y seguimos dando seguimiento durante todo el año al entusiasmo de Hugo Cabrera, conocido en su pueblo, Mesa de Tres Ríos, como Huguito, hijo de Hugo.

Está tan interesante la historia que puede tener muchos principios, variados enfoques y sensacionalistas emociones, pero ya entrados y agarrando el hilo, entenderemos por qué el Sonora Profundo de Alfonso Durazo, el gobernador e Sonora, está en lo más alto.

La nota anterior nos habla de quién es Huguito, así que ahora seguimos y empezamos por conocer los preparativos y pasos dados por quien de un año a otro dio forma al producto turístico Ruta del Maple integrado con todo, y llevó en una sola expedición a 56 personas de 100 a 2600 msnm y de Hermosillo a los límites con Chihuahua en el municipio de Nácori Chico.

Si quieres disfrutar la nieve en la sierra de Sonora, debes de estar allá.
El turismo en Sonora es de fechas; la temporalidad para la explotación o aprovechamiento de los atributos de un destino, es precisa y variada, precisa porque si vas a la nieve, debes llegar antes de que ésta caiga, y variada porque no se puede hacer un calendario comprometido con la naturaleza pero la fortuna te puede compartir las maravillas naturales con tal suerte que en esta expedición realizada el 16-18 de noviembre, se vivieron muchas experiencias extras que no estaban previstas un año antes, cuando se planeó el proyecto.

De todas maneras, para este producto, la fecha es inamovible, la establece la naturaleza y la ventana de oportunidad dura menos de 15 días

Contacto remoto «on-line» desde un año antes.
Planear y organizar y al final materializar el proyecto en una realidad superior a la prometida, deja la piel chinita por el empeño y dedicación de una familia serrana remontada allá y que, gracias a las actuales tecnologías pudo suscribir, atender, preparar y motivar de manera remota y on-line a más de 50 senderistas que se prepararon con tiempo e invirtieron en equipamiento y avituallamiento para vivir la aventura «outdoor» más emocionante del otoño en la sierra de Sonora: La Ruta del Maple.

Y es que la planeación, lleva logística de contacto y tiempo además de la preparación, el movimiento anticipado de los recursos y componentes para que todo salga bien. Empezando por el principio: Los vehículos, los arreglos de paso por ranchos, las provisiones y acondicionamiento de los lugares para campamentos.

Sendero de a pié
La ruta del Maple está enclavada en los márgenes de un arroyo o río La Cueva, entre el entronque con el camino al Pico de la India y la subida a Mesa de Tres Ríos y otro parador en un rancho particular a 23 kilómetros de distancia. Este arroyo se suma a otros dos para dar el nombre de tres ríos a un lugar más adelante a donde también llegó el contingente.

El proyecto original contemplaba concentración de los participantes en Nácori Chico, un día antes, y ascender a la montaña la madrugada del segundo día, pero los mismos interesados prefirieron viajar juntos desde Hermosillo. Esto modificó la logística para Hugo y así trasladó a Hermosillo las cuatro camionetas tipo VAN Ford 350 para 15 personas incluyendo el chofer, equipadas con parrillas o plataformas en el techo para cargar pasajeros excursionistas y todas sus maletas.

Esos 23 kilómetros de recorrido por un sendero con toda clase de terrenos y maravillas naturales, son parte de las andanzas de Hugo, desde niño, a pie y a caballo por entre las piedras mojadas, la hojarasca y a la sombra de los pinos, sabinos milenarios, cedros, madroños, sauces, álamos, alisos y maples de colores; vegetación que cambia de un paso a otro, de la piedra a la arena, del vallecito a la pared de la montaña o el acantilado del cajón que obliga al caminante a mojarse y, en alguna época del año, a nadar para cruzar la fosa en la piedra del arroyo.

Entre 19 y 62 años, hombres y mujeres, Morras Outdoor, los TREKKS, los Popogonios y otro senderistas.
Es admirable cómo, los jóvenes madrugaron, desarmaron sus carpas, dispusieron sus equipajes junto a las VANs, (éstas los llevarían a la otra punta de la ruta donde se acampa la segunda noche) convivieron alrededor de la fogata con termos y vasos de café en mano, desayunaron y prepararon mochilas con lonche y sus recursos de aventura entre los que había, además de celulares y cámaras, tres drones y toda clase de artefactos curiosos para disfrutar su producción de video, sus fotos y conservar sus memorias. Ni qué decir de vestimentas, desde calzado exótico para tracking, walking & hiking, hasta guantes, impermeables y sombreros. Algunos llevaron sus tiendas de campaña, otros usaron las que Huguito proporcionó. Y es que el costo de la aventura incluía la proveeduría de recursos, algunos con costo extra, otros como parte del paquete. Muchos temas cubiertos con anticipación, incluyendo comidas y lonches para quienes no consumen proteína animal y otras diferentes regímenes alimenticios fueron previsto durante el año de preparación y comunicación que fue diseminándose por las redes y entre grupos afines, en este caso los senderistas de Hermosillo, ente ellos los TREKKS, Morras Outdoors, Caminata entre Amigos, Popogonios y más, con edades que oscilan desde 19 hasta 62 años. Profesionistas, obreros, empleados, estudiantes, amas de casa, parejas de esposos, choferes, pilotos aviadores, maestros, editores, naturalistas, biólogos, fotógrafos; de todo. Poco tiempo de hacer relaciones y contactos, siempre todos haciendo algo. Los participantes, coincidieron en Hermosillo, tres de ellos con viaje ex profeso desde la CDMX y otros porque residen por motivos de trabajo en la capital, pero tienen sus raíces y familia en diferentes lugares de Sonora, como Caborca, Cd. Obregón, Navojoa y Agua Prieta.

Preparados para salir a la caminata, todos emocionados, divididos en grupos con un guía cada uno, se programó partir con media hora de diferencia a fin de poder compartir y controlar el orden y la información de experiencias.

Había amanecido a menos de cero grados y los picos de la sierra más alta, blancos con nieve y nosotros con lluvia intermitente toda la noche. Aún así, todos estaban dispuestos y hasta desesperados por iniciar su marcha; impermeables de colores lucían por todo el bosque.

«Siempre arroyo abajo»
Es la instrucción principal, siempre juntos, sin aislarse del grupo, gritar «rama» cuando haya rama que estorba, gritar «animal» o el nombre, y así compartir lo que se ve en el camino y a los lados. Si es oso, gritar «oso» y gritar fuerte, no mirarlo de frente ni acorralarlo, el grito les espanta, y se van, etc. etc. «Tengan presente que andamos en el terreno de ellos. Usen todos los sentidos alertas para disfrutar, compartir y cuidarnos unos a otros». fueron las palabras de Hugo a cada grupo que partiría.

Foto, foto! de grupos antes de salir y durante la exposición del guía. Luego queda vacío el campamento y el equipo de trabajo y asistencia queda levantando la cocina.

Mariela, Susana y Priscila, desde la administración hasta el hacha, el menudo y los tamales
Doña Susana, mamá de Hugo es una hermosa mujercita alegre, platicadora que habla y describe cada tarea que realiza. Baja de La Mesa, en un pick up manejado por Priscila, una de sus nueras, cargado de todo lo que se requiere para montar la cocina abajo de los madroños a la orilla del arroyo, en donde una vez estuvo la granja de truchas de don Ramón Fimbres. La que ahora está en Arroyo Largo.
Mariela, maestra y esposa de Hugo había colaborado todo el año con los preparativos, administración y plan; Susana y Priscila, apoyadas por los sobrinos y otros entusiastas, atentos y movidos jóvenes ya tenían puestas las lumbradas y atizada la estufa de fierro con la olla del menudo y los tamales cuando llegó la expedición hambrienta después de más de 10 horas de viaje por todo terreno. Si, todo terreno, de Hermosillo a La Mesa de Tres Ríos hay 6 horas de carretera recta, curvas, hasta brecha y tres horas y media camino de sierra de ese donde no hay más que para un vehículo. O le das para atrás hasta un espacio posible, o le da el otro que viene. Los dos no cabemos.

Nácori Chico a seis horas, La Mesa, ¡a diez!

El itinerario y ruta desde Hermosillo a Nácori Chico ya es bien andado, hay pavimento de punta a punta desde 2010, cuando se entregó la obra de los últimos 25 km. Si madrugas y le ganas al sol saliendo de Hermosillo, tienes la ventaja de no verlo de frente aquí en las rectas y ya, del Gavilán para allá, la montaña te ayuda con sombra y evita la contraluz. De esta manera puedes parar a desayunar o avituallarte de lonche en Guadalupe, donde te hacen burros a la medida, de lo que hay, desde carne machaca, chorizo con huevo, frijoles, carne deshebrada y más, además de golosinas y refrescos. Por si dudas, hay Oxxo en San Rafael.
Sigues por Ures, Mazocahui, hasta llegar a Moctezuma. En este viaje coincidimos en Moctezuma con la tercera Feria de la Talabartería con ambiente festivo y puestos en la plaza Juárez. De ahí a Huásabas donde los que iban adelante tuvieron tiempo de tomarse fotos en el mirador de La Cruz del Diablo.

Los TREKKS en la Cruz del Diablo

Es itinerario de ruta y no podemos perder tiempo, aún así, se va a obscurecer en el camino porque estamos en invierno y el sol en la sierra desaparece a las 5.30 o antes.
El Coyote, Bacadéhuachi sin parar, pasando sin subir al pueblo y, Nácori Chico con parada en la gasolinería y en dos tiendas para los últimos chuchulucos. Valga hacer notar que el promotor recomienda y hace saber a los turistas pasajeros que todos los detalles de «snacks» y refrescos y golosinas los pueden comprar en las paradas del camino porque está convencido que su proyecto tiene entre otros objetivo, que la derrama se genere en los pueblos, y que los pueblos vendan; sus productos locales, preferentemente.

Empieza la subida.
En este trayecto se suma a la caravana, la Hummer de Explora Sonora, y seguimos entreverados en la columna, a veces adelante y otras atrás, tomando fotos de la inmensidad de la montaña a la que no habíamos ascendido en invierno.

El crepúsculo incandescente entre el espeso techo de nubes que ya amenazaban, nos advertía el fin del día y un instantáneo obscurecer al ponerse el sol. No hay señal de ninguna, Google y GPS no existen aquí, los celulares solo funcionan como agendas o cámaras. Sólo los cuatro choferes, expertos jóvenes serranos sabían la ubicación, nosotros siguiendo a corta distancia y disciplinados

a la regla de no perdernos de vista o esperarnos para ver al de atrás, para continuar. Los equipajes oscilaban en las canastillas de los techos de las camionetas y las defensas traseras se arrastraban en las cunetas de arroyos. Pasamos algunas parrillas -pasaganado- peligrosas, con rieles sueltos y por ir atrás de todos en la bajada, nos tocó cerrar puertas de potreros que marcan territorio de las propiedades ejidales y particulares. Un camión maderero en contra, nos hizo dar reversa hasta orillarnos, cada camioneta en diferente punto y la Hummer encaramada en el paredón quedamos encandilados y aturdidos, dejando pasar el camión con el potente rugido y los rechinidos de la maniobra por el lado del desfiladero. Ni el celular ni la cámara aparecen… solo tensión y emoción para librar el momento en la obscuridad.

Inolvidables las subidas escalando piedras y sorteando cunetas y erosiones en la brecha y con mucha suerte de no encontrar un pino atravesado. La tarde había cedido y la noche hacía más emocionante la aventura en aquel camino sin fin. «Por aquí ya pasamos muchas veces» parecía decirnos la conciencia. Esa confianza puesta en los choferes de la sierra, debe ser ciega, no hay lugar a dudar. «ya mero llegamos», «¿cuánto falta?», se escuchó muchas veces. Igual, la respuesta era en horas o fracciones, nunca en kilómetros. En la sierra la distancia siempre es la misma pero todo depende del vehículo, del chofer, de la fecha, de la carga y de la hora del día; y en caravana, todos hacen el mismo tiempo. De todas maneras, escuchas, «ya mero, ahí atrás de ese cerro».

Un viaje relámpago que pareció un sueño.
Casi 70 personas entre viajeros, rancheros, asistentes, choferes, invitados; seguimos ordenando los impactos y emociones para poderlos describir con claridad y compartir esta experiencia indescriptible con palabras, pero ilustrada con fotos aportadas por los participantes entre los que había muchos profesionales y talentos, unos que vieron mucho más que otros. La aventura se coronó de gloria con una blanca despedida en el Puerto y rancho El Macho y una breve y divertida parada de expedición.

Hugo “Huguito” Cabrera

SENDERISMO M3R es la empresa familiar que nos dio esta oportunidad y grata experiencia.
Muchos impactos en muy poco tiempo, varias lecciones en solo dos días:
~El que se lo propone, lo consigue;
~Sonora es mucho más que desierto y litoral para efectos turísticos,

La derrama distribuida en la región rural en esta experiencia -sin contar lo invertido por los participantes antes del viaje- supera los $250,000 y empieza en la gasolinería, carnicería, tiendas y tortilleras de Nácori Chico y circula hasta Hermosillo de ida y vuelta.

Sonora es Grande,

Leave a Reply