Cerca del cielo y muy lejos de la civilización.

    Arroyo largo es un lugar; sus propietarios le dicen rancho, el fundador le dice la granja y los visitantes con motivos turísticos le llamamos el paraíso.

Para llegar allá son mínimo tres horas de Mesa de Tres Ríos en tiempo normal. Desde Hermosillo son más de 10 horas sin parar. Ahí en el arroyo La Cueva, parte el camino que te lleva con doble tracción y carro alto hasta este hermoso lugar que se originó como un emprendimiento de don Ramón Fimbres para criar truchas, el salmón de la montaña de México.

El lugar es una propiedad privada que poco a poco va configurando sus instalaciones para atender, recibir y compartir lo que tiene con visitantes que cada vez ponen más interés en los valores del entorno natural privilegiado de este rincón de Sonora.

Arroyo Largo, pertenece a Don Ramón Fimbres y Familia y es una instalación productora de truchas que cuenta con los espacios, estanques, procesos y rutinas establecidas como unidad de producción.

Pero además desarrolla poco a poco, no solo el espacio físico y las instalaciones para recibir turistas, sino también la estructura para que el cuidado del medio ambiente sea la prioridad, y la educación en la preservación sea el elemento y el tema central. Es por eso que cada vez son más las exigencias, reglamentaciones fechas y requisitos para visitarlo.

El Ingeniero y maestro en innovación y sustentabilidad, Abelardo Figueroa, promotor de una nueva visión para este lugar que comparte familiarmente, explica a ExploraSonora® las aspiraciones del proyecto y externa su preocupación por los cambios que en tan solo 20 años ha podido constatar en el comportamiento de la naturaleza.  “Y eso empieza con lo que hacemos los humanos”, afirma.