Fiestas Patronales de Santa Rosa de Lima

Las fiestas patronales, como en todos los pueblos tienen un valor intangible de arraigo y tradición. Perduran casi intactas y ahora con el esfuerzo de quienes gobiernan se recobran los espacios y escenarios olvidados y vuelven a la vida aquellas originales costumbres y emociones.

Programa fiestas patronales 2023

 

 

**La cronista Cristina Murrieta publicó en su Facebook esta nota que se reproduce por su valor y por todos esos pequeños detalles que hacen revivir los recuerdos y revalorar el pasado como algo que forja nuestro presente y reafirma nuestro arraigo de tradiciones y costumbres.

El valor intangible de nuestras tradiciones
Fiestas Patronales de Santa Rosa de Lima

POR CRISTINA MURRIETA. CRONISTA MUNICIPAL.

Si hay algún recuerdo que permea en el corazón de los nacorenses, (que no es sólo el recuerdo) es el de las antiguas Fiestas Patronales de Santa Rosa de Lima, porque no sólo eran los bailes, la música y la tomadera. No, ni siquiera eran solamente las Novenas, Las Misas, el Coro y el tañer especial de nuestras campanas en la madrugada.
Eran todas las actividades previas que acompañaban los arreglos para la Fiesta de Santa Rosa de Lima: La limpieza de las Calles, el arreglo y la pintura de las casas, las compras en las tiendas del pueblo, hasta con cuatro meses de anticipación, los ensayos del grupo de teatro con Vicente Moreno para los sainetes y obras de teatro, la preparación de la Kermés, con las hermanas Fimbres y demás, era el ir y venir de ganaderos, de comerciantes, de diferentes grupos musicales que llegaban, para ser contratados por la gente del pueblo, independientemente de los bailes.
Eran los “Toque eléctricos” de un personaje inolvidable que año con año, acudía a nuestro pueblo, eran los juegos tradicionales: la lotería, el gallo enterrado, las herraduras, carreras en sacos, etc., las enchiladas de la Benigna, la llegada de los hijos ausentes, con su cargamento de regalos y alimentos que no encontraban en Nácori, aunque sus familias los esperaban con todas las viandas naturales que podían elaborar: pan, empanadas, cemitas, galletas, dulces, carnes, mantequilla, requesón, quesos, etc.
Era la llegada de los sacerdotes, el Sr. Obispo Juan Navarrete (creo que, a partir de su fallecimiento, no ha estado un Obispo en las Fiestas Patronales en Nácori) y los seminaristas…sin faltar la música de Los Vargas y los Moreno.
Y por supuesto eran los momentos de ansiedad, de estrés para quienes elaboran año con año, el nuevo vestuario de Santa Rosa, que llevará durante su onomástico y el año venidero. Eran las donaciones de feligreses, que unos llevaban flores, otros, quizá la corona, bajarla del altar, las mujeres de la iglesia que la vestían o una Madrina especial (gran privilegio para una nacoreña); era la limpieza y el arreglo de la iglesia. Finalmente, era la víspera cuando se coronaba nuestra virgencita, ante la presencia de la mayoría de los habitantes de Nácori estaban presentes. Y a las 5 de la mañana del día principal: el 30 de agosto, se celebraba la MISA DE GALLO, en la que resaltaban las hermosas voces femeninas del Coro Mayor y al terminar la misa, cantaban las mañanitas acompañadas por Los Vargas y ya en el día, hacían fila los grupos y cantantes que visitaban nuestro pueblo, para regalar las mañanitas a nuestra Virgen Patrona.
Todo un tobogán de costumbres y tradiciones, que nos dieron identidad y pertenencia con el VALOR INTANGIBLE DE NUESTRAS TRADICIONES, que sólo son vigentes, actuantes, vibrantes, cuando la comunidad en pleno las vive, las respeta, las asume.
Cuando las hace parte de su vida.
Es la gente: ancianos, adultos, jóvenes y niños. Los residentes y los ausentes, hombres y mujeres que se sienten parte de un todo, que sienten sus raíces, que renuevan sus amistades y sus lazos familiares, que se identifican con sus celebraciones, con sus rituales, con sus costumbres y tradiciones, lo que hacen que nuestro legado cultural, histórico, hasta espiritual, permanezca.
Respetar y celebrar el día de Santa Rosa de Lima, es el verdadero motivo de Las Fiestas Patronales: dar gracias por un año de vida de la comunidad y entregar nuestras oraciones por otro año venidero, en que esperamos su bendición y protección. Es la reunión anual de residentes en el municipio y los visitantes, especialmente de los hijos ausentes, que regresan cada año a venerar a su Santa Patrona: la virgencita peruana, que decidió quedarse en este alejado rincón de México, para servir de guía espiritual, de mensajera de paz y armonía y de vínculo entre familias y vecinos.