PRIMERA NOTA
Un evento que apenas empezó
Por Enrique Yescas. Fotos y videos: Imágenes de Sonora, Tomás Abarca.
Para los sonorenses parece ridículo y nos escandalizamos por el atrevimiento de hacer una carrera maratónica en el desierto. Pocos se explican cómo es que pueda haber quienes sean capaces de recorrer 75 kilómetros corriendo en pleno sol y en terreno de todos tipos.
Cerro de piedra granítica y basalto, arenas que parecen talco (caliche le dicen aquí), tierra fina tipo arcilla blanca, pisos de roca volcánica, suelo desértico con vegetación espinosa, grava, charcos salados del estero, agua salobre y arena movediza, playa y hasta un trayecto entre durmientes y rieles en un tramo de vía de ferrocarril y cruce carretero.
Pes resulta que sí los hay y hasta con méritos y calificaciones superiores al reto que un día se les ocurriera al secretario de turismo nacional Miguel Torruco Marquez y fuera secundado por el Gobernador de Sonora, Alfonso Durazo.
El mismo gobernador los platica en su conferencia de prensa del 19 de octubre. (MINUTO 21:00)
«cuando me la propuso el secretario de Turismo Miguel Torruco, la tomé por solidarizarme con él en reciprocidad al ánimo de hacer algo en materia turística en Sonora… el caso es que es un revuelo mundial ahora entre los especialistas en el tema…»
Alfonso Durazo, gobernador de Sonora.
El caso es que los editores de Imágenes de Sonora y de la plataforma EXPLORA SONORA explorasonora.com nos lanzamos a Puerto Peñasco a ser testigos de cómo más de 200 corredores inscritos en la página de la convocatoria de la carrera fueron llegando poco a poco durante el viernes 21 a los hoteles del puerto y por la tarde se concentraron en el módulo de inscripción ubicado para tal efecto en un salón del Playa Bonita, un hotel pionero del turismo en la región, ubicado en una de las primeras locaciones playeras y turísticas de el entonces pueblo de pescadores de Punta Peñasco, hoy Puerto Peñasco.
Pero eso fue sólo el principio de una jornada que oficialmente dio inicio a las 4 de la mañana del siguiente día cuando llamaron a a prepararse y abordar los vehículos que habrían de trasladar al contingente al lugar de salida, ubicado a 32 kilómetros por carretera, mas 15 de brecha todo terreno hasta llegar al rancho Sierra Pinta, ejido de la comunidad Tohono O’dham, en las faldas de la Sierra Pinta donde el berrendo y el cimarrón son sagrados y desde donde se domina un horizonte infinito que llega hasta el mar por un valle desértico poblado de matorrales espinosos, cactus y fauna única como el berrendo, antílope americano en vías de extinción cuyo hábitat amenazado por las incursiones del hombre es una zona protegida también por la comunidad originaria, la etnia Tohono O’dahm.
Imágenes de Sonora participamos con vehículo todo terreno tratando de alcanzar por tierra las veredas por las que los corredores marcarían su huella. Pero por respeto al espacio y para no impactar la naturaleza optamos por adelantarnos por la rodada marcada y esperar a que el sendero secreto de los corredores alcanzara, en algún punto, la vía del ferrocarril Sonora Baja California que desde 1949 cruza el Gran Desierto de Sonora y que en su tiempo fue una mega-obra de ingeniería y de esfuerzo titánico en medio de la nada.
De pronto un cambio radical en el «pathway» de los corredores: el terreno arenoso y polvoriento se transformó, por más de un kilómetro, en durmientes, grava y rieles para luego cruzar la cinta asfáltica de la carretera costera -la que va de sur a norte a Puerto Peñasco- y proseguir corriendo, después de cruzar el puesto de asistencia ahí instalado.
ya para entonces los corredores iban muy separados un del otro, dirigiéndose a la duna y siguiendo las rodadas del camino que los pescadores mantienen para llegar a la orilla del mar en el estero La Pinta, la entrada de agua que da lugar a la bahía y deja aislada la península en donde está uno de los campos de golf a la orilla del mar más famosos de México, el Vidanta Golf Puerto Peñasco en el Mayan Resort Puerto Peñasco.
El campamento meta de la primera etapa de la Gran Carrera del Desierto y también donde se estableció la salida y meta de la segunda etapa estuvo situado en la playa San Jorge prácticamente donde empieza la gran bahía que marca el brazo noroeste de la geografía de del estado de Sonora. Dicen que ahí es donde da vuelta el viento.
La playa se extiende más de 300 metros hacia el mar, desde la duna hasta las primeras olas y por la noches desaparece por la marea que llegó a tan solo unos metros del sembrado de tiendas de campaña individuales instaladas en el campamento junto a el arco de meta en la Gran Carrera del Desierto. Y dijimos «apenas empezó», porque es seguro que esto será mundial y memorable.
anexo enlace a tabla de posiciones finales.
Continuará.